Así es como identificar y tratar el 'punto negro' en sus rosas
Esta enfermedad fúngica se manifiesta como manchas negras en las hojas de la planta.
Las rosas son una hermosa adición a cualquier jardín. Vienen en un hermoso arcoíris de colores y exudan una fragancia embriagadora que es imposible de resistir. Baste decir que hay muchas razones por las que son la flor más popular del mundo.
La buena noticia es que tener un suministro constante de rosas recién cortadas a su disposición es un sueño fácilmente alcanzable. Si bien el cuidado de los rosales es relativamente fácil, hay ciertas plagas y enfermedades que pueden impedir su crecimiento y que debes tener en cuenta.
Una de esas enfermedades es una enfermedad fúngica llamada mancha negra o diplocarpon rosae. La mancha negra se manifiesta como, lo adivinaste, manchas negras en las hojas de la planta, que eventualmente vuelven amarilla toda la hoja y hacen que se caiga. Las manchas generalmente se desarrollan en la parte superior de las hojas, pero los expertos explican que también se pueden encontrar en la parte inferior. Las manchas no siempre son perfectamente redondas y pueden tener una apariencia irregular y/o estar rodeadas por un anillo amarillo.
Las manchas pueden aparecer tan pronto como emergen las primeras hojas jóvenes y, por lo general, comienzan en la parte inferior de la planta y migran hacia la parte superior.
Las esporas de la mancha negra tienden a multiplicarse en primavera y llegan a las plantas a través de salpicaduras de agua (ya sea agua de lluvia o riego manual).
Si no se cuida la mancha negra, muchas hojas pueden infectarse y provocar una defoliación significativa de la planta. Si bien algo de defoliación es normal, la defoliación excesiva puede evitar que la planta reciba los nutrientes que necesita para producir flores.
Si bien su rosal técnicamente no se puede curar una vez que la mancha negra lo ha infectado, hay formas de manejarlo y, en última instancia, evitar que suceda por completo.
Para empezar, si nota que sus hojas están infectadas, debe retirarlas inmediatamente de la planta y desecharlas. Si encuentra hojas infectadas en el suelo, asegúrese de quitarlas también. Se recomienda no compostar estas hojas si planea usar el compost en los macizos de rosas, ya que las esporas pueden pasar el invierno.
Debido a que el hongo prospera en ambientes húmedos, haga todo lo posible para eliminar la humedad de las hojas tanto como sea posible. Esto significa limitar el riego por encima de la cabeza tanto como sea posible. Si riega por aspersión, hágalo temprano en el día para que el sol tenga la oportunidad de secar las gotas. La poda también puede ayudar a limitar la acumulación de humedad, ya que promueve un mayor flujo de aire alrededor de las hojas.
Los aerosoles fungicidas son una buena manera de tratar los arbustos que ya están infectados y pueden hacerse en casa o comprarse en tiendas de jardinería. Tenga en cuenta que el tratamiento no matará la mancha negra, pero puede ralentizar su crecimiento y evitar que sus plantas mueran. Una opción popular es el aceite de neem, que es un fungicida natural que funciona sistémicamente para ayudar a combatir las infecciones.
Otra opción es un fungicida a base de sulfato de cobre y cal hidratada llamado caldo bordelés. Viene en forma de polvo y líquido y debe aplicarse antes de que broten las hojas en la primavera.
Por último, asegurarse de que su rosal ya esté fuerte y saludable será su primera línea de defensa contra cualquier enfermedad. Para garantizar una salud óptima, asegúrese de que sus plantas estén en un lugar donde reciban mucha luz solar durante todo el día y asegúrese de regarlas semanalmente.